WEDDING PLANNER: BODAS ÚNICAS Y EXCEPCIONALES

Todas las parejas quieren una boda especial. Contar con la ayuda de un buen wedding planner es una garantía para que tu gran día sea cien por cien exclusivo. Los novios disfrutaréis de la sensación de estar bien acompañados y con todos los detalles que queríais. Hablamos con Beatriz Medina, fundadora de Nara Connection, agencia especializada en la organización de bodas únicas y excepcionales, que nos ha dado útiles consejos.

“La base de mi trabajo es la implicación, que pasa de personal a emocional. Cuando se produce esta conexión con los novios, es un regalo. Me identifico con el esfuerzo, los detalles, las ganas de sorprender a la pareja, de divertirme con ellos y que se sientan en buenas manos. Me adapto hasta el punto de irme a su casa a cualquier hora, de día o de noche, me acerco a su trabajo y comemos juntos o tomamos cañas un viernes por la tarde, y así tener las reuniones que hagan falta. Diría que intento que Nara Connection signifique ilusión y confianza. Al final casi me muerdo las uñas deseando que llegue el día de la boda para ver sus caras. Acabo llorando más que la novia y tengo que esconderme para no ser muy esperpéntica. Es de las pocas cosas que no puedo controlar”, confiesa Beatriz.

¿Por qué un Wedding Planner?

Todas las parejas quieren una boda especial y un wedding planner hace que los novios no se estresen con los miles de detalles que querrán incorporar. Un profesional los asesora en cada decisión para que disfruten de la sensación de sentirse bien acompañados en todo momento. “Cuando preparas tu boda el tiempo pasa rápido y eso crea ansiedad. Hay que tomar decisiones y cumplir unos requisitos económicos no siempre factibles. “Cuando las cosas se ponen difíciles hay que tener mucha psicología y saber volver a ilusionar a los novios con los detalles que más les divierten”.

Beatriz sabe que un wedding planner tiene un papel fundamental a la hora de gestionar los tiempos y a los proveedores. Ella tiene la virtud de hacerlo de manera dinámica y le aporta un extra: su desbordante creatividad para diseñar la perfecta boda a medida. “Es un servicio a la carta. Esto hace que mi trabajo sea muy cambiante y que no me aburra nunca. Me inspiran mis novios, su historia, sus deseos. Y disfruto sobre todo con los detalles íntimos y personales que muchas veces los invitados no perciben, pero que los protagonistas reconocen inmediatamente como parte de su historia, de su vida”.

Nara Connection

En Nara Connection se huye de las bodas estilo “cadena de montaje”. “Por eso planteamos proyectos de decoración con ideas que se salen de lo común, porque cada pareja es especial y es lo que quiero que sientan durante el tiempo de los preparativos. Que sea personal implica dedicación y exclusividad. Intento también que las cosas tengan un ritmo constante para que los novios se sientan tranquilos y perciban que estoy pendiente de ellos. Cuando estamos a dos meses de la boda es infinitamente más difícil que mantengan la calma, así que lo pongo todo en un excel y lo coloreo de verde para que visualicen que prácticamente todo está hecho o en marcha”, ríe Beatriz.

Lo que hay en el backstage de las “bodas Nara” son muchísimas horas de trabajo e innumerables llamadas y mensajes a proveedores para que los plazos se cumplan y los novios tengan la confirmación y todo listo cuanto antes. “Acabas sabiéndote las bodas de memoria y si me apuras hasta los nombres de los invitados, quiénes tienen intolerancias, quiénes llegan más tarde, quién es más importante para los novios… Son bodas con ese saber hacer de la filosofía japonesa. También hago recomendaciones cuando aparecen obsesiones con detalles innecesarios, que no funcionan o simplemente no quedan bien. Ante todo, sinceridad. Todo esto es lo que hace que una boda sea única y excepcional. Y para ello no hace falta ser millonario, seguro. Intentamos controlar el presupuesto al máximo y nunca cobramos comisiones”.

“Una ‘boda Nara’ tiene personalidad, detalles, color, luz y esencia. Es una boda para compartir, no para presumir. Huyo del postureo, quiero que los novios se lo pasen bien y que sus invitados disfruten”.