LA HISTORIA DE DÉBORA Y JOSE MIGUEL: IMPREVISTOS, MÚSICA Y EMOTIVIDAD.

Nos conocimos gracias a una amiga que tenemos en común. Coincidimos, nos presentó y algo surgió; no se si fue un flechazo, pero seguro que se parece. Estamos muy contentos de pertenecer a las historias con Argyor.

Somos Débora y José Miguel y nos casamos un 11 octubre de 2015, ¡en plenas fiestas del Pilar! El enlace fue en Soto De Bruil, una preciosa finca en Alfajarín, un pueblo a 20 km de Zaragoza. 

Como anécdota a destacar en la ceremonia: ¡al padrino se le olvidó el pantalón de su traje y se dio cuenta en el último momento!. Un familiar tuvo que coger el coche e ir rápidamente a buscarlo a su casa (20km de ida y otros 20km de vuelta). Tuvimos que hacer esperar a los invitados, pero nos vino muy bien porque estaba lloviendo y dejó de hacerlo justo cuando llegó el pantalón, y pudimos celebrar la ceremonia en los jardines de la finca como estaba previsto. Un terreno de unos 3000 m2 con árboles centenarios, entre ellos un impresionante ciprés protegido por el Gobierno de Aragón.

Quisimos que hubiera mucha música en directo durante toda la jornada. Contamos con varios estilos diferentes para cada momento comenzando con conciertos de piano y chelo en la ceremonia.

Después, ya como marido y mujer, vivimos muchísima emoción con el grupo flamenco de Rodrigo Mabuse y más tarde movimos el esqueleto con otro de rock de los 50 y 60 -The Vibrants- y DJ Simonzico, el mejor para animar al personal.

Varios familiares y amigos hablaron en la ceremonia, fue conmovedor, a varios invitados se les saltaron las lágrimas. Teníamos claro que queríamos disfrutar de ese día con nuestra gente más cercana. Nuestra boda fue muy personal, fuimos nosotros mismos, con ayuda de familiares y amigos, los que organizamos casi todo: decoración, regalos, música, ceremonia…

Para elegir las alianzas nos dejamos aconsejar y elegimos unas medias cañas clásicas de la Colección ARGYOR1954, de oro amarillo y con el interior confort, muy cómodo para el día a día.

Queríamos regalos de boda personalizados y únicos, por eso regalamos a los invitados «miel del yayo»: miel fabricada por las abejas del abuelo de Débora, la novia. Nos encantaría seguir compartiendo esa extraordinaria miel. 

Recomendamos a futuros novios que disfruten al máximo de todo, hay que tomar muchas decisiones durante meses, pero al final lo importante es pasar ese día  con la gente que más quieres.

Fotógrafo Álvaro Calvo.

Si tienes interés por leer más historias con Argyor, te recomendamos que leas la historia de Sandra y Guille que hicieron una boda muy persona.