“NAKED CAKES”, LA NUEVA TENDENCIA EN TARTAS

La moda de las tartas nupciales españolas viene en gran parte importada de Estados Unidos, y si hasta hace un año lo que se llevaba era las tartas más dulces con capas y capas de azúcar en forma de fondant de colores, la tendencia ha dado un giro radical y ahora lo que se llevan son las “tartas desnudas” o naked cakes.

Las naked cakes son exactamente lo opuesto a lo que hasta ahora conocíamos. Si la tendencia anterior contaba con un fondant que cubría íntegramente las capas de la tarta no dejando ver de qué estaba hecha hasta que se partía, ahora se prescinde completamente del glaseado y  lo que admiramos son sólo las capas al descubierto. Eso sí, unas capas muy trabajadas, regulares y simétricas, y decoradas con muchos elementos, en general naturales.

Sólo llevan tres elementos: bizcocho, relleno y elementos decorativos. Se reducen así  las ostentosas tartas llenas de “toppings” que hasta ahora causaban furor, casi como si se quisiera llevar la contraria a esta tendencia y recuperar lo esencial.

Frutas y flores, en general comestibles, quieren dar un toque más sano y fresco, acabando con la química y el colorante; y es que la moda en las bodas tiende a lo ecológico, saludable, rústico y natural . Se prescinde del azúcar y se cambia por fruta, que además de adornar refresca mucho los bizcochos de las naked cakes.

Infinidad de posibilidades de sabores y decoración

Los frutos rojos como fresas, frambuesas, arándanos o moras son los más solicitados; pero incluso aquí se juega con la decoración y los colores de la boda: tartas con bizcochos color lavanda, vainilla o rojo;  frutas más cítricas con colores lima, amarillo y naranjas si las mantelerías lo piden o adornos más verdes como hojas o plantas aromáticas completan una oferta dulce de lo más atractiva.

El sabor de las naked cakes no se queda atrás y no se ve mermado por llevar menos ingredientes. Los bizcochos se enriquecen con sabores nuevos como la menta, la naranja o la canela. Las mousses o rellenos que se extienden entre las capas se reinventan y mezclan sabores completamente nuevos que no tienen por qué ser de chocolate, y los elementos decorativos casi todos se comen y le dan un toque refrescante.

Resultado de las naked cakes

El resultado, unas tartas visualmente menos perfectas porque no tienen esa uniformidad tan estructurada que da el glaseado, pero con un toque rústico e imperfecto que enamora: parecen más caseras, elaboradas con más elementos cogidos de la naturaleza y que triunfan no sólo en las bodas en el campo, sino también en las de ciudad.

Nosotros nos quedamos con las tartas que mezclan frutas con flores, los resultados son espectaculares visualmente.   ¡Tanto que hasta te dará pena cortar la tarta! ¿Te apuntas a las naked cakes?

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