LAPONIA: UNA LUNA DE MIEL POR NAVIDAD

Laponia, el país de la Navidad, es un destino mágico para lunas de miel en invierno. A la luz de las auroras boreales, todos los deseos pueden cumplirse. Vive la aventura del Círculo Polar Ártico, siente la paz de sus lagos y empápate de su cultura animista que nos conecta con la esencia de la naturaleza. Naturaleza virgen, salvaje, lagos convertidos en cristalinas pistas de patinaje, paisajes completamente blancos, árboles vencidos por la nieve, un oasis de libertad y relajación combinado con actividades que suben la adrenalina. Así es Laponia.

Laponia en invierno es pasión y fantasía. Visitad a Papá Noel y entregadle en mano vuestra carta de deseos. Santa es hospitalario y os prestará su trineo para que podáis dar un paseo con los renos. Luego, atreveos con algo más cañero y derrapar con las motos de nieve por los páramos. Luego recuperad la cordura relajándoos en una buena sauna (¡hay más de 3.000!).

Las auroras boreales en Laponia

El espectáculo de luz más impresionante que ofrece el cielo es, sin lugar a dudas, la danza de las auroras boreales. En Finlandia son visibles unas 200 noches al año. El senderismo con raquetas de nieve, el esquí de fondo, las motos de nieve o el safari en trineo tirado por huskies suelen ser las formas más habituales de disfrutarlas.

Alojamiento

Pero si lo vuestro es la comodidad, no pongáis límites a vuestra imaginación y alojaros en acogedores y románticos iglúes de cristal para dormir bajo el mágico velo de las luces polares. ¿Prefieres otras alternativas de alojamiento? Hoteles de hielo. Donde el frío y el calor se unen para hacer que vuestra estancia sea completamente mágica

Y cuando creáis haberlo visto todo, embarcaros en el rompehielos Sampo. Sin duda uno de los reclamos más atractivos para el turismo. No vaciléis y daros un baño en las aguas heladas, vuestra luna de miel se merece un apoteósico final como este.